Las tres fases de la cicatrización de heridas son:
- FASE INFLAMATORIA
- FASE PROLIFERATIVA
- FASE DE REMODELACIÓN
FASE INFLAMATORIA:
La eliminación de bacterias y liberación de factores favorecedores de la proliferación de las células. Estas diminutas lesiones producen una respuesta normal de curación que comienza en el momento en que el tejido sufre la micro-perforación.
Se produce una vasodilatación, donde intervienen: PLAQUETAS, las cuales, liberarán:
- FACTORES DE COAGULACIÓN, como la HEPARINA.
- FACTORES DE CRECIMIENTO (FGF-22, FGF-7, FGF-10).
- CITOQUINAS, que incrementan la inflamación y la actividad de los MACRÓFAGOS.
- LEUCOCITOS (glóbulos blancos de defensa, fruto de las transpiración del plasma sanguíneo).
- MACRÓFAGOS Y GRANULOCITOS, que son los encargados de fagocitar las bacterias.
FASE PROLIFERATIVA:
Que comienza una vez la lesión está limpia de bacterias. Este proceso de coagulación y proliferación tisular es provocado por:
- VASOCONSTRICCIÓN: los trombocitos se adhieren al lugar lesionado.
- ANGIOGÉNESIS: formación de vasos sanguíneos a partir de células endoteliales (que recubren los vasos sanguíneos).
- TEJIDO GRANULAR, con capacidad de rellenar heridas y donde los fibroblastos crecen.
- EPITELIZACIÓN, donde células epiteliales migran al nuevo tejido y se encargan de formar una barrera protectora contra el medio externo.
- CONTRACCIÓN, con revascularización de la herida, para reducir el tamaño de la herida.
Gracias a los fibroblastos, se produce un aumento de la ELASTINA y el COLÁGENO de tipo III, con gran capacidad proliferativa pero con desorganización en su estructura. Hasta que no se igualan los niveles de producción y degradación del colágeno (donde en esta fase, la producción es mucho mayor que la degradación), la fase de reparación no comenzará.
REMODELACIÓN:
Las fibras de COLÁGENO del tipo III (desorganizadas), son sustituidas por las de COLÁGENO del tipo I, que son interconectadas, ordenadas y alineadas a lo largo de la herida, incrementándose la resistencia a la tracción del tejido.
Aunque no hay signos externos de daños, cada micro--aguja causa una reacción en la piel que activa el proceso de cicatrización. Pese a que no hay una lesión real, el cuerpo igualmente actúa para curarse a sí mismo, de forma natural.
La respuesta post-traumática de la piel es la producción de colágeno y elastina -dos de los pilares de la piel -. Como en realidad no se ha producido ningún daño "real", las nuevas formaciones fibrilares (colágenas y elásticas) simplemente se suman a los niveles existentes.
El cierre total de los micro-canales se efectuará alrededor de una hora después del tratamiento, dando lugar además a un engrosamiento y compactación de la capa epidérmica superior, ofreciendo al instante un aspecto exterior más joven y saludable.
Por lo tanto, el objetivo del micropunzado será:
- Generar una lesión controlada.
- Obtener una reacción inflamatoria.
- Estimular factores de crecimiento.
- Estimular fibroblastos.
- Estimular generación de nuevo colágeno, elastina y glucosaminoglicanos.
Al colocar el cabezal en el extremo del dispositivo, realizar leves giros en la parte superior para seleccionar la profundidad que puede ir desde 0,25mm hasta 2.5mm. A su vez también se podrá seleccionar la velocidad con la que se desea trabajar, siendo ésta desde 1 hasta 4 o 5 en algunos equipos (1 sería el más lento), o diferenciándose con distintos colores en otros (siendo el color verde el más lento y el rojo el más rápido). Los modelos de Dermapen disponibles en el mercado alcanzan una velocidad máxima de 25.000 RPM (repeticiones por minuto). A mayor velocidad, mayor número de micro perforaciones por minuto y una menor/mayor sensación de dolor por el paciente (recuerde que la sensación de dolor es totalmente subjetiva).
La selección de la profundidad y velocidad dependerá del protocolo a realizar. El tratamiento puede realizarse en todos los tipos de piel, además de llegar a zonas más delicadas como cuello y escote sin generar riesgo alguno.