Silencio Neural en Punto Fijo: puntos gatillo
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9/09/2023

Puntos gatillo lumbalgia ciática en Punto Fijo Falcón

 

Puntos gatillo lumbalgia ciática en Punto Fijo Venezuela: Ciática

Se define ciática al dolor presente a lo largo del recorrido del nervio ciático debido a la afectación en cualquier parte del trayecto del tronco nervioso o de las raíces que lo forman. 

Se percibe como dolor en zonas:

  1. lumbar, 
  2. glúteos o 
  3. diversas partes de la pierna
  4.  y pie. 

La ciática sólo es un síntoma, siendo primordial para el tratamiento el diagnóstico de la causa que origina la afectación de las raíces o el nervio.

Puntos gatillo lumbalgia ciática: causas

La ciática es causada generalmente por la compresión de las raíces lumbares 4 y 5 o las raíces sacras 1, 2 ó 3. La causa más común es la compresión, que a menudo se acompaña de un importante componente inflamatorio, con origen en una hernia de disco intervertebral. 

Otras causas son defectos de alineación vertebrales (espondilolistesis), las estenosis de canal causadas por artrosis, otros cuadros degenerativos o la compresión más periférica del nervio por estructuras:

  1.  musculares (musculo piramidal)
  2.  o tumorales y la fibrosis 
  3. o adherencias ocurridas tras cirugía de hernia discal.

Un dolor que a menudo se confunde con ciática pero no se produce por afectación de este nervio es el debido a puntos gatillo musculares situados en el cuadrado lumbar y glúteos medio y menor.

Puntos gatillo lumbalgia ciática: diagnóstico

El diagnóstico del puntos gatillo lumbalgia ciática se sustenta en una adecuada revisión del historial clínico (anamnesis) y exploración física, acompañadas cuando es necesario por pruebas de imagen como una radiología simple o resonancia magnética; así como estudios neurofisiológicos, electromiografia, o a veces gammagrafía. El objetivo es valorar el origen y la extensión de la lesión que provoca el dolor ciático.

Puntos gatillo lumbalgia ciática en Punto Fijo Paraguaná - cuadrado lumbar - gluteo medio - mc spa

lumbalgia y ciática - cuadrado lumbar - gluteo medio - mc spa


Puntos gatillo lumbalgia ciática - cuadrado lumbar - mc spa

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Puntos gatillo lumbalgia ciática en Punto Fijo - cuadrado lumbar - multífido - mc spa



lumbalgia y ciática - cuadrado lumbar - multífido - mc spa




Lumbalgia y ciática - cuadrado lumbar - periforme - mc spa

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Lumbalgia y ciática - cuadrado lumbar - Psoas - mc spa

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Lumbalgia y ciática - cuadrado lumbar deep - mc spa

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Lumbalgia y ciática - gluteo máximo - mc spa

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Lumbalgia y ciática - gluteo mínimo - mcdevservices spa


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Lumbalgia y ciática - iliocostal lumbar - mc spa


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Lumbalgia y ciática - iliocostal toráxico - mc spa

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Lumbalgia y ciática - longísimo torácico - mc spa

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Lumbalgia y ciática - rectus abdominis - mc spa

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8/28/2023

Puntos gatillo dolor en el pecho

 

Puntos gatillos: dolor en el pecho 

Dolor en el pecho - dorsal ancho - mc spa - grande dorsal


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Dolor en el pecho - elevador de la escápula - mc spa



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Dolor en el pecho - grande dorsal - dorsal ancho - mc spa


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Dolor en el pecho - multifido - mc spa


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Dolor en el pecho - serrato - posterior inferior - mc spa


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Dolor en el pecho - serrato anterior - mc spa


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Dolor en el pecho - serrato anterior - mcdevservices spa

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Dolor en el pecho - trapecio y romboide - mc spa

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8/21/2023

Puntos gatillo: dolor cervical y dolor de cabeza

 

Puntos gatillo: dolor cervical y dolor de cabeza


Dolor cervical y cefalea - occipito frontal - mc spa


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Dolor cervical y de cabeza - occipito frontal - referido - mcdevservices spa


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Dolor cervical y dolor de cabeza - digátrico  posterior - mc spa


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Dolor cervical y dolor de cabeza - digátrico anterior - mcdevservices spa

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Dolor cervical y dolor de cabeza - esternocleidomastoideo - mc spa

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Dolor cervical y dolor de cabeza - masetero - C y D - mc spa

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Dolor cervical y dolor de cabeza A-B - masetero - mc spa

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Dolor cervical y dolor de cabeza - semi espinal y multífido - semiespinoso superior de la cabeza - MC Spa

dolor cervical y dolor de cabeza - semi espinal y multífido - semiespinoso superior de la cabeza - MC Spa

Dolor cervical y dolor de cabeza - semiespinoso superior de la cabeza - semiespinoso medio de la cabeza - multifídico - mc spa

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Dolor cervical y dolor de cabeza - sub occipital - semiespinoso superior de la cabeza - mc spa

dolor cervical y dolor de cabeza - sub occipital - semiespinoso superior de la cabeza - mc spa



Dolor cervical y dolor de cabeza - temporal tp1 y tp2 - mc spa


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Dolor cervical y dolor de cabeza - temporal tp3 y tp4 - mc spa

dolor cervical y dolor de cabeza - temporal tp3 y tp4 - mc spa


Dolor cervical y dolor de cabeza - trapecio - mcdevservices spa

dolor cervical y dolor de cabeza - trapecio - mcdevservices spa


8/18/2023

Puntos gatillo: Antebrazo y muñeca

 


Puntos gatillos : Antebrazo y muñeca - extremidades superiores


Antebrazo y muñeca - braquiradial y supinador - MCdevservices Spa


Antebrazo y muñeca - braquiradial y supinador - MCdevservices Spa



Antebrazo y muñeca - El abductor del pulgar  - MCdevservices Spa




Antebrazo y muñeca - El abductor del pulgar  - MCdevservices Spa


Antebrazo y muñeca - El extensor del índice (Extensor indicis) 

Es un músculo delgado y elongado, localizado en la parte posterior del antebrazo - Mcdevservices Spa
Antebrazo y muñeca - El extensor del índice (Extensor indicis) es un músculo delgado y elongado, localizado en la parte posterior del antebrazo - MCdevservices Spa



Antebrazo y muñeca - El musculo palmar largo o palmar menor   - MCdevservices Spa


Antebrazo y muñeca - El musculo palmar largo o palmar menor   - MCdevservices Spa






Antebrazo y muñeca - extensor cubital del carpo o cubital posterior - MCdevservices Spa


Antebrazo y muñeca - extensor cubital del carpo o cubital posterior - MCdevservices Spa


Antebrazo y muñeca - extensor cubital largo del carpo - MCdevservices Spa



Antebrazo y muñeca - extensor cubital largo del carpo - MCdevservices Spa

Antebrazo y muñeca - flexor largo del pulgar y pronador



antebrazo y muñeca - flexor largo del pulgar y pronador


Antebrazo y muñeca - flexor superficial y profundo - MCdevservices Spa


Antebrazo y muñeca - flexor superficial y profundo - MCdevservices Spa


8/13/2023

Puntos gatillos musculares

 

Técnica de spray & stretching en la musculatura epicondílea

Definición de puntos gatillos musculares

El punto gatillo muscular (PGM) es un punto altamente irritable de dolor exquisito en un nódulo en una banda tensa palpable de músculo esquelético (Travell y Simons, 1993).

El punto gatillo es doloroso a la palpación/presión y puede desencadenar dolor irradiado característico, disfunciones motoras e incluso reacciones vegetativas o autonómicas.

Clasificación de puntos gatillos musculares

Puntos gatillo centrales o primarios

Son los puntos gatillo que se localizan en la zona central de la fibra muscular y que por lo tanto, se encuentran muy relacionados con las placas motoras en disfunción.

Puntos gatillo satélites o secundarios

Son los que se forman en respuesta a un punto gatillo central situado en un músculo cercano. Normalmente, desaparecen tratando y resolviendo el punto gatillo central.

En ocasiones, en algunas alteraciones posturales existen numerosos puntos gatillo centrales y, en consecuencia, numerosos puntos gatillo secundarios. En estas ocasiones dichos puntos secundarios se denominan puntos gatillo difusos.

Puntos gatillo insercionales

Son los puntos gatillo situados en la unión miotendinosa o en la inserción del músculo en el hueso.

Puntos gatillo inactivos o latentes

Son los puntos gatillo que no producen síntomas excepto al ser palpados. Estos puntos gatillo latentes o inactivos pueden volverse activos por diversas circunstancias como la sobrecarga, el sobrestiramiento o la vida sedentaria.

Puntos gatillo activos

Son los puntos gatillo que ocasionan la queja de dolor por parte del paciente; son dolorosos a la palpación, no permiten la elongación total del músculo y al ser estimulados de forma concreta provocan una respuesta de espasmo local (REL). Asimismo provocan, al ser comprimidos, un dolor referido característico para cada músculo, además de respuestas autonómicas y vegetativas.

Igualmente se puede objetivar la REL al introducir una aguja en el PG

■ Al comprimir el PG puede aparecer algia o alteraciones de la sensibilidad.

■ Evidencias electromiográficas.

Merece la pena destacar una serie de características clínicas que distinguen el dolor miofascial por PG de la fibromialgia:

El dolor miofascial por puntos gatillo es tan frecuente en hombres como en mujeres, mientras que la fibromialgia es más frecuente en mujeres.

■ El dolor presente en los pacientes con fibromialgia es difuso y generalizado. El dolor miofascial es más local, aunque provoque dolor referido a distancia.

■ En el dolor miofascial cabe palpar bandas tensas, mientras que en la fibromialgia no se palpan dichas banda; incluso el músculo puede presentar un tono disminuido.

■ En el dolor miofascial hay una disminución de la movilidad, sobre todo cuando intentamos conseguir la elongación completa del músculo, mientras que en la fibromialgia no se observa dicha limitación.

■ Los pacientes con dolor miofascial responden mucho mejor a la infiltración de los puntos gatillo que los pacientes con fibromialgia.

Tratamiento conservador

Existen multitud de abordajes terapéuticos posibles para los puntos gatillo musculares, que iremos describiendo a continuación.

Antes de ello cabe recalcar la importancia de dos aspectos:

■ La existencia de factores de perpetuación, que deben ser eliminados. Esto será de vital importancia, tanta como la de cualquiera de las terapias que explicaremos a continuación.

■ El paciente debe, como en cualquier terapia, mostrar una actitud positiva ante el tratamiento, así como conocer e intentar erradicar los factores de perpetuación de los PG.

Técnica de rociado y estiramiento (spray & stretching)

El primer terapeuta en usar este método fue Hans Kraus (61), quien utilizaba un spray de cloruro de etilo, sobre todo para el tratamiento de dolores y torceduras en luchadores. Es una técnica no invasiva de gran eficacia para el tratamiento de los PG y que además no requiere conocer la localización exacta del PG.

Procedimiento:

  1. Informar al paciente sobre la técnica.
  2. Colocar al paciente lo más cómodamente posible, en la posición en la que se va a realizar el estiramiento. En dicha posición, y antes de estirar, se realiza el primer rociado de spray en dirección a la zona del dolor referido.
  3. Se realiza el estiramiento del músculo hasta donde permite el confort del paciente; se vuelve a rociar con el spray mientras se realiza el estiramiento, abarcando la zona del dolor referido.
  4. El rociado del spray no debe realizarse más de 3 veces en el mismo punto, puesto que puede provocar reacciones adversas a nivel dermatológico. Dicho rociado debe realizarse a una distancia de 30 a 50 cm de la piel del paciente, a una velocidad lenta, pero constante (10 cm/seg), y con un ángulo de 30° con la superficie corporal. 
  5. Cuando se termina el estiramiento y el rociado, se vuelve pasivamente a la posición neutra para posteriormente solicitar al paciente movimientos activos del músculo tratado.
Como estamos ocupándonos de una técnica de estiramiento, recordamos que dichas técnicas presentan algunas contraindicaciones, como procesos agudos, inestabilidad articular, roturas fibrilares y puntos gatillo que se han activado por una contracción excéntrica.

Compresión isquémica (liberación por presión del punto gatillo)

Compresión isquémica en el músculo infraespinoso


Pasos que se han de realizar:

■ Se realiza el estiramiento del músculo afectado hasta el límite del dolor del paciente.

■ Con el dedo pulgar se realiza una compresión del punto gatillo hasta que el paciente experimente una molestia tolerable.

■ A medida que la molestia va disminuyendo, se aumenta la presión sobre el PGM, si es necesario, ayudándonos con el otro dedo pulgar.

■ La técnica se realiza durante 20 segundos a un minuto, y es de especial utilidad cuando no se puede realizar la técnica de spray & stretching.

■ Es una técnica muy útil para instruir al paciente para que la realice en casa, ayudándose para los músculos menos accesibles con una pelota de tenis.

Tratamiento invasivo

Punción seca (dry needling)

Técnica de tratamiento de los PGM de modo invasivo con la inserción de agujas de acupuntura. Se denomina punción seca para diferenciarla de la inyección de anestésicos, corticoides, etc.

La técnica tiene una gran importancia diagnóstica, puesto que suele reproducir mucho más fielmente que la palpación o la compresión el patrón de dolor referido del PGM, así como importancia terapéutica al actuar a niveles más profundos que las técnicas manuales.

■ Punción superficial. Desarrollada por Peter Baldry (1) (18) (46), sólo se inserta la aguja en la piel y el tejido celular subcutáneo, sin llegar al PGM, a una profundidad máxima de 1 cm.

■ Punción profunda. En este tipo de punción la aguja sí alcanza el punto gatillo muscular. Lo que parece ampliamente demostrado es que la efectividad de la terapia está directamente relacionada con la cantidad de REL conseguida con la punción. Asimismo, la cantidad de REL parece estar directamente relacionada con la velocidad de la punción o picoteo.

Esto llevó a Hong (53) (54) a desarrollar una técnica de punción agresiva, basada sobre todo en la velocidad de la técnica; es el denominado picoteo, esto es, introducir y sacar la aguja (sin extraerla de modo total). Se repetirá la técnica hasta que desaparezcan las REL.

El inconveniente de la técnica es su agresividad, que puede provocar síntomas bastante dolorosos en el paciente. Por otra parte, para evitar que las agujas se doblen durante el picoteo, son necesarias agujas de mayor calibre.

La técnica de Gunn o estimulación intramuscular se realiza con agujas de acupuntura de 29 o 30 gramos, introducidas en el cuerpo del paciente con un inyector. Se insertan las agujas en los músculos paravertebrales de los niveles vertebrales que estén relacionados a nivel metamérico con las zonas de dolor del paciente. También se podría punturar los músculos distales que aparezcan acortados en la valoración.

Inyecciones

Asimismo, los puntos gatillo musculares pueden ser infiltrados mediante la aplicación de inyecciones, utilizando toxina botulínica tipo A, anestésicos locales, corticoides, suero salino isotónico y suero glucosado.

Existen diversos peligros que, aunque no son frecuentes en la práctica diaria, merece la pena mencionar:

■ Síncope vasovagal.

■ Infección. Problema bastante remoto si se siguen las normas de asepsia básicas (agujas estériles de un solo uso, uso de guantes, algodón, alcohol…).

■ Hemorragia pospunción.










8/10/2023

Concepto de la fascia y su estructura

 

fascia y su estructura - mcdevservices spa


La fascia  y su estructura

El sistema fascial del organismo forma una ininterrumpida red que, de diferentes modos, controla todos los componentes de nuestro cuerpo. No es posible mantener un cuerpo saludable sin que exista un sistema fascial saludable.

Este sistema debiera encontrarse en un equilibrio funcional para asegurarle al cuerpo el desenvolvimiento óptimo en sus tareas. La presencia de restricciones del sistema fascial y de su estructura interna crea «incomodidades» que interfieren con el desenvolvimiento funcional apropiado de todos los sistemas corporales. El sistema fascial puede encontrarse en una excesiva tensión o puede estar demasiado distendido; en ambas situaciones, la función corporal queda afectada.

 Este comportamiento se puede comparar con tres formas de acostarse en una hamaca: demasiado tensa, muy floja o perfectamente equilibrada entre dos troncos; tan sólo en la última el cuerpo se encuentra cómodo.

El Diccionario Médico Salvat define la fascia como «aponeurosis o expansión aponeurótica», y a la  aponeurosis como 

«membrana fibrosa blanca, luciente y resistente, que sirve de envoltura a los músculos o para unir éstos con las partes que se mueven». Por otra parte, define el tejido conectivo como «el tejido de sostén derivado del mesodermo, formado por fibras conjuntivas y elásticas, y células. Comprende el tejido laxo, adenoideo, óseo, elástico y cartilaginoso». 

Según estas definiciones, la fascia se puede considerar como una de las formas del tejido conectivo, el más extenso tejido del organismo.

Por lo general, se acostumbra a considerar a la fascia como envolturas musculares con función mecánica, láminas de separación entre determinados músculos o como amplios espacios de inserciones para los músculos como, por ejemplo, el músculo tensor de la fascia lata o los músculos abdominales. Sin embargo, la nueva visión de anatomía, impulsada por las inquietudes de profesionales dedicados a la investigación en diferentes corrientes de las terapias manuales, motivó a los anatomistas a buscar nuevas funciones en esa antigua ciencia. 

El estudio de los cadáveres recientes, apenas congelados, sin pasar por el tradicional proceso de conservación o conservados con los modernos métodos de preservación, ha permitido enfocar la investigación hacia la búsqueda de detalles anatómicos hasta ahora no alcanzables (Thiel, 2000; Von Hagens, 1982). 

Este giro ha permitido observar e investigar, con más precisión, no sólo los elementos anatómicos concretos, sino también espacios intermedios del cuerpo, descubriendo, de esta manera, las conexiones hasta ahora desconocidas o consideradas de poca importancia. Los nuevos procesos de conservación permiten obtener imágenes de las estructuras anatómicas que conservan su aspecto natural, ajustándolas a las realidades clínicas. Estas nuevas posibilidades de ver lo que parecía ya descubierto y estudiado hasta el fondo nos retan a realizar una exhaustiva revisión de las bases fisioanatómicas del sistema fascial y a la búsqueda de lo que siempre estaba presente pero, por lo general, oculto a nuestros ojos. Por lo tanto, trataremos de enfocar la fascia de una manera distinta a la acostumbrada, apartándonos un poco de la visión de una lámina fibrosa que «oculta» al músculo que estamos estudiando.

La fascia corporal tiene un recorrido continuo, envolviendo todas las estructuras somáticas y viscerales, y funcionalmente incluye las meninges. En cierto modo, se puede decir que la fascia es el material que no solamente envuelve todas las estructuras de nuestro cuerpo, sino que también las conecta entre sí, brindándoles soporte y determinando su forma. Además de las funciones de sostener y participar en el movimiento corporal, se le asignan otras actividades biomecánicas y bioquímicas.

El sistema fascial

Un sistema fascial sano y equilibrado, con capacidad de realizar un estiramiento libre y completo, asegura al organismo la posibilidad de realizar un movimiento de amplitud completa y sincronizado, siempre en la búsqueda de la máxima eficacia funcional con un mínimo gasto de energía; así como ya dijo hace seis siglos Leonardo Da Vinci:

«conseguir lo máximo con lo mínimo» (Cuadrado, 1998).

Función de la fascial

Ya se mencionó anteriormente que el cuerpo humano está envuelto, sostenido, conectado y comunicado por medio de un variado tejido conectivo, que se acordó denominarlo sistema fascial. Es un sistema activo, vivo, resistente y omnipresente en todo el cuerpo. Se encuentra bajo la piel (formando el embalaje protector del cuerpo), cubre músculos, tendones, órganos, nervios, vasos sanguíneos y huesos, y tiene una gran trascendencia sobre el movimiento y los procesos fundamentales del metabolismo corporal. El sistema fascial, además de las funciones de sostener y mover el cuerpo, tiene otras actividades biomecánicas y de otra índole. Sus propiedades son infinitas, entre las que cabe mencionar la expansión de los nervios y vasos linfáticos, el intercambio metabólico, por su relación con el metabolismo del agua, la función nutritiva en relación con la sangre y la linfa, etc. En cierto modo, es la «agencia de transporte» en todos los niveles del organismo y de todos sus sistemas. Por lo general, destacan las funciones mecánicas del sistema fascial, que se pueden agrupar en:

  1. Protección.
  2. Formación de los compartimientos corporales.
  3. Revestimiento.
Otras funciones del sistema fascial son:

  1. Mantenimiento del bombeo circulatorio de la sangre y de la linfa.
  2. Ayuda en los procesos bioquímicos del cuerpo a través de las actividades del líquido intersticial.
  3. Ayuda en la preservación de la temperatura corporal.
  4. Ayuda en el proceso de curación de las heridas (producción de colágeno).

Funciones básicas del sistema fascial

Protección

El sistema fascial forma una completa e ininterrumpida red protectora del cuerpo. Protege a cada uno de los componentes corporales de una forma individual, y también actúa como un sistema de protección global. Por su resistencia, permite mantener la integridad anatómica de diferentes segmentos corporales y conservar su forma más conveniente. Hay que aclarar que este proceso no significa un incremento gradual de rigidez, sino un proceso de adaptabilidad. En él, la fascia ajusta sus tensiones en respuesta a las necesidades funcionales. Por ejemplo, el «tono» fascial alrededor de los riñones es más fuerte del que rodea, por ejemplo, a los intestinos, por el hecho de que las necesidades del movimiento son diferentes.

La fascia constituye la primera barrera protectora contra las variaciones de tensión en respuesta a los impactos mecánicos internos y externos; los absorbe y, de esta forma, preserva la integridad de la estructura que envuelve y protege. Actúa como un amortiguador y como un sistema de dispersión del impacto. Esta función es muy importante en las meninges.

La elasticidad del sistema fascial disminuye gradualmente con la edad, lo que se refleja en una menor capacidad protectora. Este proceso se puede observar fácilmente en la piel. Al pinchar la piel de una persona joven, la marca desaparece rápidamente, lo que no ocurre en una persona mayor.

Una parte importante de la respuesta protectora del sistema fascial está condicionada por la concentración local de proteoglucanos y de ácido hialurónico. Las etapas de síntesis y metabolismo de ambos pueden verse afectadas por factores endógenos (hereditarios, errores genéticos) y también exógenos (malnutrición, infecciones, traumatismos, estrés). En ambos casos, se produce una densificación de las fibras de colágeno y un endurecimiento de la sustancia fundamental, lo que, con el tiempo, conduce a la formación de calcificaciones. Por esta razón, en las inserciones de los tendones sometidos a prolongadas tensiones o a repetidos y fuertes estiramientos, se observan calcificaciones (por ejemplo, en la columna vertebral, la articulación del codo o en el tendón de Aquiles). En el proceso de defensa y adaptación funcional, el tejido conectivo se transforma en un material duro y resistente que forma una calcificación. De esta manera, el cuerpo presenta mayor protección.

El sistema fascial actúa principalmente contra las tensiones excesivas y otros impulsos mecánicos que puedan agredir al cuerpo de una manera súbita. En el proceso de protección, el sistema fascial puede cambiar su densidad de acuerdo a los requerimientos mecánicos. Sin embargo, nunca llega a la rigidez, manteniendo siempre una cierta elasticidad en respuesta a las solicitudes que debe experimentar la zona controlada por la fascia de acuerdo a las necesidades funcionales. El sistema fascial puede, en este proceso, reemplazar un haz muscular, algo que ocurre, por ejemplo, en el tracto iliolumbar o en la fascia plantar.

Absorción de los impactos y amortiguación de las presiones 

El cuerpo es propenso a diversos tipos de traumatismos, y las ondas de impacto pueden afectar a las distintas estructuras. El sistema fascial es capaz de amortiguar esta onda y de absorber el impacto, atenuando su intensidad y preservando la integridad física del cuerpo. En el proceso de absorción de los impactos, el tejido

graso desempeña un papel importante. Entre las principales funciones de la fascia a nivel superficial destacan el soporte y la definición de la grasa del tronco y de las extremidades, así como el sostén de la piel con respecto a los tejidos subyacentes.

La grasa, controlada por el sistema fascial, forma una especie de almohadillas de protección con un espesor variable según la región corporal. Por esta razón, los golpes recibidos, por ejemplo, en el glúteo son menos dolorosos que los recibidos en la parte anterior de la tibia. En el abdomen, donde no existe protección ósea como la que existe en el tórax, la grasa protege a los órganos de la cavidad abdominal con el fin de permitir su desarrollo funcional normal.

El sistema muscular permite que las tensiones innecesarias sean absorbidas por la fascia, evitando así la rotura del músculo, de alguno de sus componentes o de cualquier otro órgano que protege. Esto ocurre por el estímulo directo en las terminaciones nerviosas de la fascia. Con esta observación, se revela la necesidad y la importancia de la presencia de una estructura fascial distribuida en múltiples niveles y capaz de reaccionar de una manera multidireccional al mismo tiempo.

La función amortiguadora del sistema fascial se debe principalmente a las propiedades de los proteoglucanos, que se convierten en amortiguadores de impacto, actuando como lubricantes frente a las solicitudes mecánicas intensas y repetidas.

Tienen la capacidad de transformarse en una sustancia viscoelástica (véase el glosario de biomecánica) en diferentes niveles del sistema fascial. Este proceso fue demostrado por Yahia en sus investigaciones sobre la fascia toracolumbar (Yahia, 1992).

Formación de los compartimientos corporales

Como ya se mencionó con anterioridad, prácticamente no hay parte alguna del cuerpo que no esté cubierta por el sistema fascial que, en forma de sutiles cubiertas, envuelve hasta el elemento anatómico más pequeño. Sin embargo, la fascia por una parte divide, pero por la otra unifica y conecta. Los tabiques musculares, por ejemplo, en las extremidades, permiten englobar la acción muscular de una región determinada. El sistema fascial facilita, de esta manera, la formación de los grupos funcionales, y permite a un músculo, uniendo su acción con la de diferentes compañeros, ejecutar movimientos incluso a veces opuestos. 

Un ejemplo de esta acción es el comportamiento de los músculos aductores que, según el grado de flexión del muslo, pueden actuar como flexores o extensores de la cadera (Kapandji, 1977). Estas divisiones continúan también dentro de los músculos, permitiendo la especialización de los grupos de fibras en una actividad precisa, ya sea de sostén o de ejecución de un movimiento determinado.


Las divisiones permiten también la independencia de acción entre los músculos y los órganos con respecto a las estructuras adyacentes, constituyendo planos de movimiento. De esta forma, se favorece el deslizamiento entre los músculos y los órganos, así como también entre los fascículos de cada músculo, en el proceso de adaptación a tensiones cambiantes en respuesta a las necesidades funcionales.

Estos planos facilitan también la palpación de las diferentes estructuras profundas. Los compartimientos formados por el sistema fascial constituyen una especie de cajas herméticas que permiten el mantenimiento de diversas presiones entre uno y otro, facilitando el trabajo muscular, pero también protegiendo al cuerpo de la difusión de las infecciones entre compartimientos.

Así, los compartimientos protegen también a las estructuras internas de la propagación de los focos inflamatorios. Ejemplos de esta función se pueden observar en el hígado o en el pulmón. Se puede preservar así el funcionamiento del órgano, a pesar de que una de sus partes esté afectada por un proceso inflamatorio.

Determinación de la forma de los músculos y mantenimiento de la masa muscular en una posición funcional óptima

Esta propiedad permite incrementar la eficacia mecánica de los movimientos. Dependiendo de la distribución de las fibras, el sistema fascial puede restringir la amplitud del movimiento en cualquier nivel o incrementar la fuerza muscular. El sistema fascial anclado en el sistema óseo está constituido por una serie de tubos y láminas que se dirigen en diferentes direcciones, según los requerimientos de cada región. Las láminas fasciales se colocan en diferentes niveles; en la mayor parte de los casos, la orientación de las fibras de cada uno de los niveles se dirige en otra dirección. De esta forma protegen un segmento determinado, facilitando un movimiento en particular, logrando su solidez, eficacia, fuerza y resistencia.

Suspensión

Fascia de la pierna. Se obseva la distribución del sistema fascial orientado en distintas direcciones, según las necesidades funcionales de cada Segmento - mcdevservices spa
Fascia de la pierna. Se observa la distribución del sistema fascial orientado en distintas direcciones, según las necesidades funcionales de cada Segmento - mcdevservices spa

Cada componente del cuerpo humano tiene una ubicación precisa. Cualquiera que sea su función, la ubicación está determinada por el sistema fascial y debe analizarse dentro de las funciones específicas de cada componente en cuestión. El sistema fascial mantiene la cohesión interna y externa de cada estructura corporal, permitiéndole su fijación, pero por otro lado, le permite cierto grado de movilidad. Esta movilidad es indispensable en el proceso de adaptación a diferentes obstáculos.

La importancia de la suspensión varía de una región corporal a otra. La amplitud del estiramiento del sistema fascial depende de su ubicación. Es mayor, por ejemplo, en la piel, y mucho más pequeña en el tendón. Esto depende de la proporción y de la densidad de las fibras de colágeno, así como también del tipo de colágeno «utilizado» en la construcción del sistema fascial en esa parte del cuerpo.

El espesor y la densidad del colágeno pueden cambiar, no sólo según la zona, sino también según la edad de la persona, siendo más denso en las personas mayores; en consecuencia, la elasticidad de la fascia disminuye. Se produce un acortamiento y posteriormente se inicia el proceso de calcificación.

El proceso de suspensión se modifica según el comportamiento del sistema fascial marcado por sus requerimientos funcionales. Se produce el fenómeno de adaptabilidad dentro de los requerimientos mecánicos, que se debe a la capacidad de la fascia respecto a los cambios plásticos para facilitar, de esta forma, la fisiología del cuerpo.

Sostén

El mantenimiento de la integridad anatómica del cuerpo corre a cargo del sistema fascial, y esto hay que entenderlo dentro de la interdependencia de las diferentes estructuras corporales. La fascia constituye el motor principal de la estabilidad de las articulaciones, coordinado por la mecánica miofascial. Asegura la coherencia y el buen funcionamiento fisiológico de los órganos internos.

Soporte

El sistema fascial constituye el soporte, no sólo del sistema locomotor, sino también de los sistemas nervioso, vascular y linfático. Estas estructuras están constituidas en parte por fascias, a fin de mantener su forma anatómica. A través del sistema fascial se produce la interdependencia entre los sistemas nervioso, vascular y miofascial. Esta relación intrínseca parte desde el desarrollo embrionario del cuerpo, formando el soporte y la guía de los sistemas vascular y nervioso.

Cohesión de las estructuras del cuerpo: soporte del equilibrio postural

Al considerar la importancia del sistema fascial en el control del movimiento corporal en todos sus niveles, hay que subrayar su importancia en el manejo y el mantenimiento de una postura eficaz. Se considera que el desequilibrio del sistema fascial influye considerablemente en la formación de compensaciones posturales, compensaciones que, con el tiempo, crean hábitos inadecuados llevando a la aparición de diferentes patologías (véase el capítulo sobre la postura).

Nutrición del tejido

El sistema fascial superficial participa también en el proceso de sudación, ayudando en la conservación de la temperatura corporal, y en él nace una gran parte de los capilares que cumplen con la función nutricional.

Ayuda en la curación de las heridas (producción de colágeno)

El proceso se realiza mediante el tejido de granulación, que induce la cicatrización.

Coordinación hemodinámica

Los sistemas vascular y linfático no pueden disociarse del sistema fascial. Formando con ellos una armonía casi perfecta, el sistema fascial soporta los sistemas circulatorios del cuerpo. Concretamente, el sistema venoso y el sistema linfático tienen una estructura muy fláccida y fácil de colapsar. La función de las válvulas no es suficiente para el proceso de retorno, y la fascia suple este papel, trabajando como una bomba periférica que expulsa la sangre y la linfa hacia el corazón. Estos movimientos son ininterrumpidos y la acción es posible a través de la acción de las envolturas fasciales propias de los vasos, así como también a través de las estructuras fasciales de los músculos activadas a través de las contracciones musculares.

Las diversas orientaciones de las fibras del sistema fascial dan un aspecto de espiral para permitir a las estructuras que se ajusten llevando los líquidos hacia el corazón. Considerando que las restricciones del sistema fascial pueden ser el elemento perturbador que produce la estasis, debiéramos preguntarnos si no es la fascia el motor de la circulación de retorno.

Las arterias se defienden de un modo más eficaz, considerando que sus contornos forman una estructura que es relativamente rígida.

Comunicación de cambios

El tejido conectivo es un complejo unitario; cubre cada componente corporal en todos sus niveles. Es capaz de transmitir los impulsos mecánicos y comunicar los cambios relacionados con la patología, así como también con el proceso de curación. Se puede concluir que un funcionamiento correcto del sistema fascial significa una garantía del buen estado funcional del cuerpo y, por lo tanto, de una buena salud.






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