Técnicas del masaje terapéutico
El término masaje terapéutico engloba toda una serie de técnicas de masaje que se utilizan en el tratamiento de trastornos neuromusculares y musculoesqueléticos, facilitando la eliminación de toxinas, activando la circulación sanguínea y linfática y mejorando el aporte de oxígeno a los tejidos. También se utilizan para aliviar el estrés y estados de ánimo negativos, pues estimulan la producción orgánica de endorfinas.
Desde esta perspectiva, el masaje terapéutico tiene diferentes aplicaciones que abarcan, entre otros:
Todo tipo de dolencias y lesiones musculares
- Procesos de recuperación física tras periodos de inmovilización o inactividad forzada.
- Eliminación de la retención de líquidos.
- Tratamientos de eliminación de grasa localizada.
- Mejorar el dolor y la movilidad de las articulaciones.
- Mantener la elasticidad muscular.
- Combatir la tensión nerviosa.
- Evitar el insomnio.
- Aliviar el dolor.
- Reducir la ansiedad.
- Acelerar las lesiones de tendones y ligamentos.
- Incrementar la energía y la vitalidad.
- Favorecer el proceso de digestión y evitar el estreñimiento.
- Combatir la fatiga.
- Corregir problemas posturales, etc.
El masaje terapéutico se realiza manualmente, trasladando la energía mecánica de las manos del fisioterapeuta a los tejidos de las zonas del cuerpo que se trabajan en cada caso.
Técnicas de masaje terapéutico
Roce: es con la que se inicia y finaliza cualquier sesión de masaje. Consiste en deslizar la mano sobre la piel de forma lenta y uniforme para lograr el calentamiento de los tejidos. También se puede aumentar la presión de modo que afecte a zonas más profundas.
Fricción: de este modo se movilizan los planos superficiales de la piel sobre los tejidos musculares ejerciendo sobre ellos una presión controlada mediante movimientos circulares y elípticos. Puede servir para eliminar el dolor.
Percusión: se aplican golpes, ligeros, rítmicos y repetitivos con la mano. Se utilizan para intensificar la circulación sanguínea de los músculos.
Hachadura: es similar a la percusión, aunque en este caso los golpes se dan con el borde de la mano.
Amasamiento: el objetivo es lograr la compresión simultánea de la piel, el tejido subcutáneo y los músculos adyacentes. Consiste en coger, deslizar y levantar los tejidos musculares, intentando despegarlos y desplazarlos transversalmente de un lado a otro, ejerciendo simultáneamente una presión y un estiramiento con un ligero movimiento de torsión.
Compresión: en este caso no se desplazan las manos, sino que se comprime y presiona la zona que se está tratando.
Vibración: se realizan movimientos de compresión estática variando rítmicamente su intensidad. Estimula la circulación sanguínea y genera un efecto relajante y sedativo en el sistema nervioso central.
La aplicación de un masaje terapéutico exige una formación adecuada en el manejo de las diferentes técnicas y un profundo conocimiento de la anatomía y la fisiopatología.
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